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Ser Consciente


Cuando Abraham Maslow, profesor de psicología en la Universidad de Brandeis, Massachusetts, emprendió su estudio para encontrar a los individuos más autorrealizados, empezó con los estudiantes de la universidad, tras establecer determinados criterios acerca de cuál podía ser la persona tomada como modelo, él y sus colaboradores estudiaron aproximadamente unos tres mil estudiantes. Ante su asombro, hallaron que sólo dos o tres de ellos se acercaban a las condiciones de la autorrealización. Un par de docenas de sujetos podían describirse como candidatos prometedores, aunque, por diferentes razones, no satisfacían los criterios. ¿Por qué tan pocos estudiantes cumplían los requisitos de la autorrealización ? En la forma propuesta por Maslow, la autorrealización implica numerosas condiciones previas, esto es, muchos medios personales y un medio ambiente cultural favorable.
Para él, una persona autorrealizada es aquella que puede considerarse plenamente desarrollada, plenamente humana, de funcionamiento pleno y plena realización de sus posibilidades genéticas. Ahora bien, desarrollarse y vivir a este nivel óptimo requiere experiencias que no pueden producirse tempranamente en la juventud, y logros que con frecuencia no se obtienen hasta la edad media de la persona. Así pues, depués de observar que las personas autorrealizadas se sitúan, por regla general, en los años medios o más allá, Maslow concluyó finalmente que autorrealización y desarrollo sano son dos cosas distintas. En cierto sentido, la autorrealización es el producto final de un desarrollo sano y es probable que no se alcance hasta la década de los treinta años o inclusive más tarde.

Rasgos característicos de las personas realizadas

Abraham Maslow trató de identificar el funcionamiento humano ideal estudiando a personas que conocía personalmente. Partiendo de una definición popular de la autorrealización seleccionó sus sujetos de una muestra bastante grande. Volvió a examinar luego su definición a la luz de sus estudios clínicos y la modificó casi en su totalidad.
Esta definición posee aspectos tanto positivos como negativos; del lado negativo descartó a los sujetos que mostraban manifestaciones de neurosis, psicosis y trastornos psicopáticos, y del lado positivo buscó signos de salud y autorrealización, a la que definió primero intuitivamente: "Puede describirse como el uso y la explotación plenos de talentos, capacidades y facultades; semejantes personas parecen realizarse a sí mismas y hacer lo mejor de aquello que son capaces". Debido a la resistencia de sus sujetos, tuvo que estudiarlos indirecta e incluso suspicazmente. Incluyo en su estudio a personajes públicos e históricos tan conocidos como Einstein y Roosevelt.

1. Percepción más eficaz de la realidad

Las personas realizadas parecen tener el don de juzgar las cosas correctamente. Pueden decubrir el fraude y la simulación más fácilmente que otras. Las realidades escondidas y confusas las captan más rápidamente. Demuestran una habilidad superior para predecir acontecimientos, porque son capaces de juzgar situaciones de modo perceptivo y de extraer las implicaciones de los hechos básicos. No abrigan prejuicios debido a rasgos de optimismo o pesimismo, de modo que son observadores neutros. Su conocimiento puede describirse como desinteresado. Una cosa, una situación o una persona se perciben tal como son, sin deformaciones previas.
Consideremos por ejemplo el caso de dos personas que están conversando: el individuo paranoide ve este hecho como cualquier otra persona, pero añade el elemento "están hablando de mí". La mayoría de nosotros tenemos esta tendencia de poner nuestros atributos personales en nuestras propias percepciones. Las personas realizadas, en cambio, pueden tolerar la incertidumbre y la ambigüedad. Maslow lo dijo en forma muy pintoresca: "Cuando la situación objetiva total lo exige, estas personas pueden ser confortablemente desordenadas, descuidadas, anárquicas, caóticas, vagas, recelosas, inseguras, indefinidas, aproximadas, inexactas o negligentes, todo lo cual es en determinados momentos perfectamente deseable. Resulta así que la duda, la vacilación y la inseguridad, lo que para la mayoría constituye una tortura, puede ser un reto agradablemente estimulante".

2. Aceptación del yo y de los demás

Las personas realizadas aceptan la esencia de las cosas y de la gente, incluidas ellas mismas. Por ejemplo, el niño es tomado como un ser por derecho propio y no como un adulto inferior. Algunas personas no saben comprender o tolerar a los niños, ni relacionarse con ellos, ni con alguien que sea totalmente distinto de ellas. La gente sana, en cambio, puede tomar las cosas y la gente tales como son. La forma más básica de aceptación es la satisfacción consigo mismo.
Las personas autorrealizadas carecen de timidez, sentimiento de culpabilidad y duda, tan dominantes en la gente en general. Pueden no conseguir susideales pero perciben sus ideas e inclusive sus inferioridades con respecto a otros como tales, y no por esto se aceptan menos a sí mismas. La persona realizada no quiere ser otra persona, aunque perciba de modo muy claro la realidad de sus propios defectos y se esfuerce por mejorarlos.

3. Espontaneidad, simplicidad, naturalidad

A las personas sanas se las puede describir como espontáneas, sencillas y naturales. No son víctimas de prácticas o creencias culturales. Tratan de elborar sus propios sistemas de valores y estos influyen realmente sobre su conducta. Y sin embargo, no son, por extraño que parezca, anticonvencionales; en efecto, se adaptan a las situaciones de modo que no causan molestias a los demás. Sus vidas internas son altamente individualistas. Se las podría caracterizar como ajenas al medio ambiente cultutal.
Las personas sanas de ambientes culturales distintos son mucho más parecidas entre sí de lo que lo son las personas corrientes de dichos medios. Las personas en cuestión no temen ser ellas mismas, porque tienen confianza en sus sentimientos y sus actos con respecto a otros. Así pues, se expresan libremente, y con confianza, pero sin aires de superioridad ni esnobismo. Sus motivaciones son de un tipo distinto de las del individuo corriente, que suele ser típicamente reservado y vacilante, y finge la mayor parte del tiempo.

4. Centrado de problemas

Maslow observó que los sujetos realizados suelen tener un sentimiento de misión que está presente en su trabajo. Centran su actividad en problemas fuera de sí mismos. Además, son capaces de enfocar sus propias vidas hacia la solución de problemas, esto es, pueden adoptar serenamente decisiones que implican una frustración temporal, pero a la larga realizan sus objetivos. Poseen la habilidad de perderse en su trabajo. Se identifican con él, y cuando trabajan están expresando sus motivos más "personales".

5. La necesidad de intimidad

Muchas personas no pueden estar solas por mucho tiempo, porque no les gusta aquello que aprenden de sí mismas. Las personas realizadas, en cambio, necesitna la intimidad y soledad y gozan de ellas. No tienen el hábito de pegarse a otros, y por consiguiente disfrutan de la riqueza y plenitus que confiere la amistad con los demás.

6. Autonomía

Las personas sanas son autosuficientes. Pueden soportar presiones ambientales, porque son relativamente independientes de las condiciones de su medio ambiente. El alejamiento de una persona querida, por ejemplo, no produce una reacción catastrófica. Utilizando esta distinción entre personas motivadas por la deficiencia y personas motivadas por el desarrollo, Maslow las compara como sigue: Las personas motivadas por la deficiencia necesitan tener a otras personas disponibles, puesto que la satisfacción de sus necesidades, afecto, seguridad, respeto, prestigio, sólo puede provenir para ellas de otros seres humanos.
En tanto que las personas motivadas por el desarrollo pueden verse impedidas por otras. En efecto, los elementos determinantes de satisfacción son internos y no sociales. Se han hecho lo suficientemente fuertes para ser independientes de la buena opinión de los demás, inclusive de su afecto.

7. Apreciación contínua

Los sujetos de Maslow poseen la rara cualidad de ser capaces de apreciar una y otra vez las satisfacciones que ofrece la vida. El mismo acontecimiento que para otros podrá convertirse en una experiencia común y en algo pasado, está para ellos lleno de belleza, inspiración y maravilla, una y otra vez. La centésima puesta de sol es tan hermosa como la primera; un paseo a través de los bosques jamás deja de constituir una experiencia gozosa; contemplar el juego de un niño levanta el espíritu.
Maslow observó que mucha gente tiende a perder el aprecio por lo que tienen, en sus esfuerzos por conseguir algo distinto, llegando incluso a considerarlo como carente de valor; de este modo se encuentran la mayor parte del tiempo en un estado de satisfacción. Maslow creía que mientras buscamos otras cosas, no hemos de dejar de valorar las que tenemos.

8. Experiencia mística, experiencia cumbre

Maslow descubrió que sus sujetos podían describirse como religiosos, pero no en un sentido denominativo o formal. Poseen convicciones firmes y experiencias cumbre como los místicos, pero no se dejan seducir por las prácticas rituales de las religiones corrientes. Maslow entendió la experiencia mística como sigue.
"Al parecer, la experiencia mística aguda o cumbre constituye una insatisfacción enorme de cualquiera de las experiencias en las que hay pérdida del yo o trascendencia del mismo; por ejemplo, resolución de problemas, concentración intensa, conducta límite, experiencia sexual intensa, autoolvido y gozo intenso de la música o del arte, etc.".

9. Sentimiento de comunidad

Maslow adoptó de Adler el término de "Gemeinschafsgefühl"que puede traducirse aproximadamente por "sentimiento de comunidad", o "fraternidad de hermano mayor". Los sujetos sanos parecen identificarse con cualquier ser humano; en efecto, experimentan afecto, comprensión y simpatía para otros que podrán no estar tan desarrollados como ellos mismos.
Adoptan con los demás una actitud de hermano mayor. Hay que tener presente que la persona realizada se siente a menudo enajenada y es tratada como tal por los demás, no porque no haya logrado establecer un sentimiento firme de identidad, sino porque es muy distinta de aquellos con quienes ha de convivir. Sin embargo, aunque anhele la compañía de otras personas como ella, es capaz de experimentar simpatía e interés por toda humanidad.

10. Relaciones personales

Los autorrealizados son capaces de uniones muy firmes. Limitan sus amistades a unos pocos, a los que en cambio se quiere mucho, en lugar de buscar un amplio círculo de relaciones.

11. Carácter tolerante

Las personas sanas poseen tolerancia y aceptación de las diferentes ideas políticas, religiosas, raciales, de edad, maritales, profesionales o de clase. Pueden aprender de las demás; si un individuo tiene algo que enseñarles, no tratarán de afirmar su propia superioridad, cualquiera que sea su posición en la vida. Pueden apreciar los conocimientos y la habilidad de los demás, inclusive si la competencia de éstos es superior a la suya. La superioridad ajena se aprecia, y no se percibe en modo alguno como una amenaza.

12. Distinción entre fines y medios

Los sujetos realizados poseen una noción clara de la diferencia entre los fines y los medios; en efecto, los medios pueden intercambiarse fácilmente, en tanto que los fines tienden a ser permanentes. Dichas personas no operan con principios rígidos ni métodos prejuzgados. También los medios pueden apreciarse y valorarse, de modo que el trabajar hacia un objetivo podrá proporcionar acaso tanto placer y satisfacción como conseguirlo. Y lo que es sorprendente: pueden obtener placer, al igual que los niños, incluso de las tareas más rutinarias y aparentemente más insípidas.

13. Sentido del humor filosófico, no hostil

Maslow observó que el humor de sus sujetos era muy distinto del de la persona corriente. Lo describió como filosófico, porque versa sobre situaciones humanas tales como las discrepancias entre aquello que es y aquello que debería ser, y sobre las peculiaridades de las cosas. Por ejemplo, la persona sana podrá reírse de su actitud pretenciosa cuando vuelve a leer un trabajo que escribió hace años. Por el contrario, el humor clásico se centra en la exteriorización de hostilidad, en el relajamiento de la autoridad y en impulsos prohibidos.

14. Creatividad

Maslow observó en todos sus sujetos sanos una cualidad que designó como "creatividad". No entendía por esto las realizaciones notables de una persona de mucho talento, sino más bien la inventiva, la originalidad, la espontaneidad y la frescura de enfoque. Maslow describió la creatividad en términos de actitud de espíritu.
Siendo menos inhibidos, restringidos, o imbuidos de cultura, los autorrealizados pueden ser más espóntaneos, naturales y humanos. Estos términos vagos se utilizan para designar una cualidad que es sumamente difícil de describir. Podríamos pensar, por ejemplo, en la excitación de un perro cuando ve llegar a su amo a casa; en el entusiasmo de los niños cuando descubren una nueva forma de juego, o en el gozoso juego amoroso de una pareja de enamorados.

15. Resistencia a los aspectos negativos de la cultura

¿Son acaso personas bien adaptadas, amables, fáciles de comprender? ¿Encajan en la imagen de un extrovertido cordial al que todo el mundo quiere? La respuesta es ¡No! De hecho, se los considera como extraños, excéntricos e inclusive antisociales por parte de aquellos que no los conocen. Hay en ellos un aire de autosuficiencia que resulta ofensivo para algunas personas.

16. Integridad de la personalidad

Las personas sanas no experimentan fragmentación de la personalidad, ni elementos aislados que funcionen como "personalidad" separadas. No hay en ellos oposiciones ni conflictos -entre impulsos básicos y conciencia, entre egoísmo e ideales, entre impulsos infantiles y conducta adulta.

17. Trascendencia de las divisiones

En este contexto, el término división indica oposición, los extremos de una dimensión, tales como trabajo y juego, ser adulto o ser niño, masculinidad y femineidad, ser egoísta y altruista, interesado o generoso, racional y emocional. Esta trascendencia significa que cualidades opuestas se integran y expresan por la misma conducta, no una cosa u otra, sino ambas a la vez; por ejemplo, un hombre varonil podrá ser capaz de tener cualidades femeninas. La mayoría de la gente son una cosa u otra de los extremos mencionados; distinguen entre lo que es trabajo y lo que es recreo, entre actuar de modo infantil o actuar de modo adulto, entre ser racionales e irracionales.
Consideremos al carpintero que goza trabajando la madera: realiza un buen trabajo, con orgullo; actúa con carácter egoísta; pero su trabajo proporciona también placer y goce a los demás. Siendo tan buen carpintero como puede, se beneficia a sí mismo y beneficia a los demás, trascendiendo así la división entre egoísmo y altruimo. Para él, en efecto, la diferencia entre trabajar y jugar no es estricta, porque su trabajo le proporciona una forma de recreo. De este modo trasciende también la división entre el trabajo y el juego. Un ejemplo llamativo de la trascendencia de divisiones es el del principio filosófico adoptado por los Shakers.
Éstos eran una secta religiosa austera cuyos componentes hacían un voto de celibato. Eran un grupo comunal cuyas creencias cristinas estaban organizadas alrededor de dos principios que parecen contradecirse mutuamente: "Vive este día como si fuera tu último día, y vívelo como si fueras a vivir mil años". La primera parte de la frase nos aconseja vivir cada día lo más plenamente posible, porque no sabemos cuánto tiempo durarán nuestras vidas. El vivir al día comprende muchas implicaiones, tales como no inquietarse excesivamente por el futuro desconocido; no ser demasiado ambicioso, de modo que el hecho de no conseguir los objetivos no constituya una tragedia, y muchas más. Pero la segunda parte, en cambio, aconseja ver nuestras vidas desde un marco opuesto, esto es, esperando una vida larga.
Se aconseja proyectar, pensar de modo optimista en un mañana mejor, tener sueños y esperanzas, no dejarnos atrapar en tensiones momentáneas. De hecho, estas no son normas de vida realmente opuestas, y ambas implican vivir plenamente el presente. Trabajar con un objetivo puede satisfacer necesidades. Tener proyectos y objetivos hace el presente más atractivo. Podríamos seguir con estas paradojas aparentes, pero la cosa está en que lo que parece constituir enfoques opuestos e irreconciliables de la vida puede integrarse, dado el nivel apropiado de madurez, en el estilo de vida. La persona madura realiza ambos objetivos a la vez, con la misma conducta.

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